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| Olivos milenarios nos contemplan... OLIVICULTURA NOTICIA MAS DESTACADA DE 8/4/2012 |
Entre todas las noticias que recibimos ayer en nuestra redacción, sin duda una se señaló a si misma como mas relevante, pues levantó una pequeña polémica o contraste de pareceres. Este es el enlace
para los que querais verla entera:
http://www.ideal.es/jaen/v/20120408/jaen/desterrar-mito-solo-consumir-20120408.html
El titular que la encabezaba era el siguiente
"HAY QUE DESTERRAR EL MITO
DE QUE SOLO HAY QUE CONSUMIR VIRGEN EXTRA"
Rosa María Marchal, defensora a ultranza de la calidad de los aceites de oliva, ha encontrado en las redes sociales a su mejor aliado .
Como todo titular de prensa, hay que leerlo" entre comillas", tal y como este sale escrito, pues una frase fuera de contexto o un periodismo a veces demasiado efectista, pueden hacer que lleguemos a priori a conclusiones negativas innecesarias.
Desde mi punto de vista profesional como oleólogo y oleoterapeuta, que duda cabe que el potencial de posibilidades saludables con las que cuenta la máxima calidad - virgen extra- van mermando o desaparecen a medida que descendemos en los escalones de la calidad del aceite, y es en definitiva, este factor lo que me hace recomendarla y utilizarla únicamente en todos nuestros tratamientos, ya sea inmersa en la Dieta Mediterránea para dar un adecuado equilibrio a la alimentación, como para uso externo en masajes terapeuticos, sola, o en fusión con otros aceites base y/o aromaterápicos.
Otro factor positivo que tenemos que tener en cuenta en la actualidad con respecto a esta premisa, es el precio, que sin duda ahora está al alcance de todos los bolsillos, o dicho de otra forma, a la hora de elgir un aceite para la cocina- que alguno tendremos que elegir- de toda la variedad de posibilidaes del mercado, el de oliva virgen extra es la mejor elección, tanto en crudo como para elaborar alimentos y en el que su indiscutible calidad compensa, teniendo en cuenta que es un alimento de uso diario con varias posibilidades y ocasiones al dia.
Otra cuestión es la comercialización de los productos del olivo, aceite incluida. Aquí tenemos que jugar un poco todas las bazas, como apuntaba en mi comentario al hilo de la conversación que surgió con estos dos compañeros en nuestra página de Facebook, pensando en los productores y en poder sacar partido adecuado al abanico de posibilidaes que presenta para el agricultor.
Que se hacen las cosas mal, que se producen fraudes y engaños al consumidor que en ocasiones pueden atentar a su salud, estamos todos de acuerdo que pasa y no debería, pero para eso está la honestidad particular y el verse contemplado por esos olivos milenarios a los que debemos tanto respeto como a los consumidores, último eslabón de la cadena que se inicia en los campos de olivos, y si no que los organismos oficiales que deben velar por el buen hacer, que velen que para eso todos contribuimos con nuestros impuestos.
Que se necesita informar - y formar- adecuadamente al olivicultor, al consumidor, estamos más que de acuerdo ; es una labor imprescindible y urgente, pensando en todo lo positivo que conlleva, empezando por etiquetar adecuadamente el producto, dándo toda clase de detalles de su origen, variedades, acidez, peróxidos, valor nutricional y por supuesto valor terapeutico.
Vamos avanzando poco a poco en este sentido, muchas veces nadando a contra corriente cuando debemos salvar los inetreses comerciales extraordinarios de los intermediarios y los teje manejes, "el pringue" y falta de escrúpulos de algunos- no todos por supuesto- que no ponen nada fácil esta labor, cuando tienen mucho que ocultar y que ganar.
Seguir informando y formando adecuadamente al ciudadano - sea de la edad que sea-es la mejor elección a la que podemos optar si queremos tener un consumidor consecuente , responsable y en definitiva libre para elegir lo que mas le interese- o pueda-, segun los casos.
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