LA PRIMAVERA EN EL BARRANC D' ALGENDAR; UN VINCULO CON LO ANCESTRAL / ACEBUCHES ( ULLASTRES ) EN EL BIOTOPO MENORQUIN .
... LOS OLIVOS SILVESTRES NOS CONTEMPLAN, SON TESTIGOS Y NOS ACOMPAÑAN EN ESTE ESPECTACULAR ENCUENTRO CON LA NATURALEZA EN ESTADO PURO...
El planteamiento Integrativo y Biorritmico / Estacional del recorrido o Ruta del Oleoturismo Menorquin nos sitúa en esta ocasión en el Barranc de Algendar , el barranco más
importante de la isla.
Hemos elegido este singular paraje de la Naturaleza por ser una expresión de biotopo conservado en su esencia y por vincular al olivo silvestre en uno de los entornos mas privilegiados de la isla, donde comparte espacio y se conjuga a la perfección con multitud de flora silvestre. Nuestra intención era el conocer, de la mano de un gran experto en la materia, Marc Moll Marques una gran parte de ejemplos esta flora, la que mas tiene que ver con el olivo en su utilización tanto en la alimentación como en la salud.
Durante cerca de ocho horas estuvimos realizando un minucioso recorrido por este maravilloso enclave ancestral, Talayotico, encontrando una a una de todas las referencias -las mas interesantes - en este entorno donde se prodigaban a cada uno de nuestros pasos.
Os dejamos una muestra de ese entorno, de esa aventura por la Naturaleza en estado puro y uno de los primeros ejemplos que en el recorrido o Ruta Oeoturistica se deben establecer; el vínculo del hombre con la Naturaleza.
El Barranco empieza cerca de Ferreries, junto a la carretera general
que une Maó con Ciutadella, en el llamado monte de Santa Magdalena o d’Urgell,
y desemboca en la playa de Cala Galdana. Su longitud es de 7 km, valor que
equivale al de la mitad de la anchura media de la isla, que es de 13,5 km. Sus
paredes más verticales pueden llegar en algunos puntos a los 80 m de altura,
aunque el valor más frecuente es de 50 m.
Es un barranco excavado por la acción del agua del torrente que recorre su
fondo y que constituye un caso excepcional en la isla, ya que lleva agua todo
el año con un caudal considerable, incluso en los años más secos.
Esta característica se debe al hecho de que el torrente drena una extensa área de territorio desde el pla Verd hasta el macizo de Santa Águeda y, además, recibe aportaciones de las aguas subterráneas del acuífero de Migjorn, que afloran en las partes más deprimidas del barranco. Este hecho se manifiesta de una manera espectacular en las proximidades de la desembocadura del barranco, donde encontramos la font dels Eucaliptus (fuente), donde las salidas de agua del acuífero inundan de manera permanente los terrenos de alrededor del torrente. El transporte de agua por el torrente a lo largo de todo el año propicia la existencia de una vegetación de ribera poco frecuente en Menorca.
Hacia
la desembocadura, el torrente presenta una clara influencia marina, donde
domina una vegetación hidrófila, más o menos adaptada a la salinidad, formada
por juncos y carrizo.
Hacia el interior hay una flora y una fauna de agua dulce constituida por bogas
y berros.
En nuestro recorrido pudimos encontrar y conocer intimamente mas de cincuenta referencias botanicas especialmente las que se pueden utilizar tanto en alimentación como en fitoterapia como la Achicoria,
Ajos Silvestres, Alcaparra, Amapola, Amargot, Arta, Berros, Bolsa de Pastor,
Borraja, Calendula Silvestre, Cola de Caballo, Colleja, Esparrago Silvestre,
Ferula, Fumaria, Laurel, Lengua de Ciervo, Lenteja de Agua, Llagas del Buen
Jesús, Llantén Menor, Malva, Mentas,
Níspero, Higuera, Jara, Ombligo de Venus, Patata Morenera, Poleo, Ricino, Rosal
Silvestre, Ruda, Sauco….
En
las zonas sombrías del barranco pudimos encontrar la pampalonia, una especie
endémica de Menorca y Mallorca, con flores de una indudable espectacularidad.
El barranc d’Algendar, como todos los barrancos de la isla, sirve de zona de
caza para las aves rapaces como el cernícalo, el milano, el gavilán, la lechuza
y el halcón peregrino. En las zonas de agua dulce encontramos abundantes
tortugas de agua y ranas, mientras que los únicos peces que viven en las aguas
del torrente son la anguila y la gambusia.
En las paredes del barranco hay dos cuevas, en las que se han encontrado restos
de actividad humana de la época talayótica. Una es la cueva Murada, conocida
desde la antigüedad, y la otra es la cueva del Càrritx, encontrada
recientemente (1995).
El descubrimiento de esta última fue un hallazgo de primera
magnitud para la arqueología, ya que había permanecido cerrada por un
desprendimiento natural de rocas en la época romana, como mínimo, y en el
interior se encontraron intactos desde aquella época un conjunto de objetos
arqueológicos y restos humanos, huesos y pelos, además de otros restos de
actividad humana.